martes, 14 de mayo de 2013

"Los hornos de hitler" Capitulo 16, 17, 18 & 19



Alumno: Cruz Frausto Edgar Isaac.


Capítulo 16.
Algunos detalles de la vida detrás de las alambradas.
En este capítulo Olga habla sobre lo que realmente se hacia dentro de los campos de concentración, como en cada campo había un alambrado, en algunas ocasiones encontraban a personas muertas ya que querían escapar y morían. Lo que hacían principalmente cuando llegaba un deportado, era tatuarlos con el número de registro, ya fuera en el brazo, la espalda o el pecho y lo hacían con tinta indeleble la cual les dolía mucho. Los tatuajes que les ponían nunca tenían que pasar del número doscientos mil, después de llegar a ese número lo que hacían era comenzar otra serie. Aparte del número de registro, también les tatuaban otro signo para especificar su nacionalidad, la letra P se las ponían a los polacos, la R a los rusos, la NN significaba que estaban condenados a muerte. También les ponían otro signo el cual los distinguía de su categoría, es decir, a las prostitutas les ponían un triángulo negro, a los criminales les ponían uno verde y a los homosexuales y a los miembros de la secta Bibelforschers les ponían un triángulo rosa y violeta.
También en los campos llegaban muchos sacerdotes y monjas pero con ellos completamente se pasaban, porque a los sacerdotes de inmediato los mandaban a la cámara de gas y a las monjas les quitaban sus imágenes religiosas y les hacían hacer cosas indebidas para burlarse de ellas.






Capítulo 17.
Los métodos y su insensatez.
En este capítulo Olga habla sobre los muchos de las labores que hacían a diario en el campo de concentración, uno de ellos era que tenían que limpiar las letrinas y las faenas de los campos de labor, otra era limpiar los evacuatorios el cual tenían que trasladar los desechos y cuando terminaban quedaban con un olor muy desagradable ya que no había mucha agua para lavarse, también tenían que cargar los peroles de alimento hasta el hospital, lo cual les resultaba muy cansado, pero a pesar de esos labores, habían también labores muy inútiles el cual era trasladar a mano un montón de piedras de un lugar a otro.
También Olga cuenta que en el campo tenían a muchas mujeres desnudas ya que no había suficiente ropa para todas, y a las mujeres desnudas eran las primeras que las mandaban a la cámara de gas además de que los alemanes les hacían burla.
Por varias razones en los campos de concentración habían muchas enfermedades, algunas de ellas eran los flemones, mala nutrición, los penadizos, la furunculosis, las manifestaciones externas de avitaminosis y las pulmonías. Y otros contagios que tenían eran la escarlatina y tifus, lo cual eran causadas por los piojos. La única solución que tenían para quitarse los piojos era con un cepillo que era para todas.
A las mujeres más enfermas primero las tenían que meter a la ducha por muy enfermas que estuviesen o no y después de allí las mandaban al campo E.
También habla sobre las fugas que había en el campo pero Olga cuenta que era algo difícil escaparse ya que primero tenían que pasar por la alambrada de púas  que estaba cargada de alta tensión, luego estaban los miradores que eran unos perros y por ultimo estaba la sirena que sonaba cuando alguien trataba de escapar.







Capítulo 18.
Nuestras vidas privadas.
En este capítulo principalmente se sabe un poco más sobre Olga y sus compañeras con las cuales durante seis meses estuvo compartiendo la habitación número 13 con ellas que eran cinco en total, a pesar del espacio que estaba muy angosto.
Olga platica que la más interesante de sus compañeras era la doctora G. ya que ella había sido médica en Transilvania.
Su segunda compañera era rubia yugos lava la cual mintió a los alemanes que era medica pero todas las demás sabían que eso no era cierto, pero no decían nada ya que si era descubierta la mandarían al crematorio por mentirosa.
Su tercera compañera era la doctora Rosza la cual era pediatra checa médica de verdad, cuenta Olga que ella era una mujer fea y muy baja de estatura pero tenía una muy buen entusiasmo por su vocación, ella les contaba sus historias de amor que había dejado en sus tierras así que a Olga y a las demás compañeras se les hacían muy interesante.
Y su cuarta compañera solamente la menciona como S. la cual era una cirujana de primera clase que antes era la asistente de su marido de Olga.
Su quinta compañera era una dentista la cual se había casado recientemente e incluso la detuvieron junto con su marido.
Y como todas ellas eran sus compañeras de Olga y médicas, trabajaban juntas por las noches en la barraca 13 y a todas incluyendo a Olga les agradaba estar juntas porque así podían platicar o reír.









Capítulo 19.
Las bestias de Auschwitz.
En este capítulo Olga cuenta que en Auschwitz de todos los SS que habían en el campo Joseph Kramer fue el que adquirió mayor notoriedad que fue llamado “La bestia de Auschwitz y Belsen” y fue el criminal número uno en el proceso de Luneburg.
Joseph Kramer era un hombre que casi no tenía contacto con las internas debido a que el realizaba determinadas inspecciones. Él era un tipo que se dedicó a muchas cosas en su vida, como por ejemplo había sido tenedor de libros. Él era un hombre robusto, de cabello oscuro con un corte a la marinera, sus ojos eran color negro y penetrante.
Kramer era un tipo malo y Olga ya lo había visto como tres ocasiones y una de ellas fue en una selección de los contingentes recién llegados.
Kramer quería llevar a cabo un periodo del cual se traba de trasladar algunas prisioneras a Alemania para reducir el número de mujeres pero como fue en poco tiempo casi no redujeron el número de mujeres en el campo ya que quedaban todavía veinte mil mujeres.

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