23/04/2013
Capitulo 4 Las Primeras Impresiones
En este
capítulo dicen que después de dos días le dieron su primer comida era una taza con
un liquido negro, lo llamaban café al medio día les bebían sopa a veces no tenían
remedio más que taparse las narices para poder consumir su sopa en la tarde recibían
un pan negro, por la noche recibían un poco de remolacha o una cucharada de
margarina o a veces una rebanada de salchichón de un origen desconocido al
igual que la sopa el café eran transportados en calderas de cincuenta kilos cargadas
por dos mujeres lo cual no era una tarea muy fácil de vez en cuando se les derramaba
el café hirviendo y producía unas quemaduras leves. Dos días después les
entregaron postales para que informaran que estaban en buen estado lo cual era
mentira poro a pesar de todo eso sus compañeras aprovechaban para comunicarse
con el mundo que las rodeaba. Vio de nuevo a su esposo sin dudarlo le contó a
su esposo lo que había pasado sobre la muerte de sus hijos y de sus padres, en
ese momento dos guardias los vieron y les dieron latigazos y golpes.
Capitulo 5 La Llamada a Lista y Las Selecciones
En este capítulo habla sobre los campos de concentración y las
selecciones que hacían para enviar a nuevas víctimas a los crematorios. Había
dos llamados diarios, una era en el amanecer y la otra era alrededor de las
tres de la tarde, pero antes de ver la lista, tenían que esperar muchas horas
de pie en las barracas con 1400 mujeres. Todos se tenían que presentar
aunque estuviesen enfermos. Hubo prisioneras que no se presentaban por no
enfermarse pero les costaba muy caro faltar. Cada vez escogían ciertos números
de internadas con el fin de ser trasladadas se retiraban de veinte a cuarenta
personas por barraca. Cuando los seleccionados era verificada totalmente en el
campo eran enviados a la muerte de quinientos a seiscientos seres humanos. Las
elegidas eran rodeadas inmediatamente por los Studientns quienes tenían la
obligación de vigilar que nadie se escapara nadie, además de las formaciones
los Zahlappels que se realizaba dentro de la barraca se les hacia subir un
camión y eran enviadas a otra parte.
Capitulo 6
El Campamento
Este Capitulo fue muy corto pero dice que el campamento contaba con una avenida principal de quinientos metros de largo, por ambos lados había 17 barracas por cada lado. La primera barraca era para depositar alimentos, la segunda a la administración y alojaban a las reclusas. La Lageraeltste era una maestra joven de Kindergarden de una ciudad pequeña. Se elegían prisioneras a las policías femeninas del campo, la gente de la cocina lo conformaba cuatrocientas mujeres y el resto se la pasaba limpiando o en mejores trabajos, con los pies encharcados en el agua. Dos barracas se convirtieron en lavabos y atreves de cada una pasaban dos tubos de metal que llevaban agua a las llaves, colocadas a más de un metro una sobre otra, el agua que fluía del las llaves era raro pero no le quedaba de otra más que saciar su sed.
Capitulo 7 Una Proposición En Auschwitz
Olga conoció a un joven polaco que sonreía a pesar del descarnado espectáculo que a diario tenía que presenciar. Llevaba cuatro años
en campos de concentración, era la única voz que tenia sonidos humanos. Inician
una amistad Tadek invita un día a Olga a salir de la barraca y la lleva a un
apartado donde otros reclusos había muy pocos hombres- cocinaban una papa. Para
Olga aquello era inconcebible pues ningún alimento que se precie de serlo, era
destinado a los reclusos Tadek mostro pronto sus intenciones al querer seducir
a Olga quien pronto se desilusión del único amigo que tenia. Tadek no se
disculpa, habla con Olga y le dice que la vida en un campo de concentración es
horrible y todos tenían que procurarse pequeños placeres. Por medio de sus
contactos, Tadek intercambiaba comida por sexo algo asqueroso por cierto Olga
llevaba días sin probar un bocado y va a un apartado donde había escuchado que
los hombres se reúnan y que exista la posibilidad de que alguno compartiera un
mendrugo de pan. Sin embargo, encontró a hombres y mujeres apretados en la
pequeña estancia donde el mercado negro de favores sexuales por algún pedazo de
mantequilla eran las reglas del juego. Un anciano que remojaba su pan se
encontró con un pedazo de patata que, por carecer de dientes no podía tragar,
se lo ofreció a Olga y cuando aquella se proponía comer su precioso bocado, le
fue arrebatado por otra mujer.
Ramírez González Jesús Gustavo
No hay comentarios:
Publicar un comentario