Alumna: Ramírez
Mejía Karen Aritna.
Los hornos de Hitler
Capitulo VIII
“Soy condenada a muerte”
Pasaron varios días y Olga ya estaba muy
delgada y por lo mismo se contagio de una infección al igual que su amiga Magda,
ella estaba enferma de anginas por lo que ambas prefirieron curarse por lo que
le aumento cada quien una prenda mas a su vestimenta, Olga se la puso en la
espalda y Magda en el cuello todo con la intensión de curarse pero eso era un
delito para Hasse por lo que las golpeo a ambas y después fueron llevadas
directamente condenadas a muerte.
Todas las demás que estaban condenadas
estaban en circulo cuidadas por las guardianes alemanas, Olga intento escaparse
y le dijo a su amiga Magda pero ella no quería regresar al campo pues para ella
era un horror y salirse de ahí era lo mejor, pero Olga le dijo que como iba a
ser mejor si se suponía que las iban a llevar aun lugar mas feo puesto que era
un castigo, pero Magda aun asi no quiso asi que Olga trato de escaparse, pero
sus compañeras la delataron asi que espero un tiempo, después descubrió una
herramienta de poder con la que pudo escaparse e irse de barraca en barraca
junto con su amiga hasta que pudo llegar a la suya como todas sabían que ella
se había escapado Irka se aprovecho para decirle que le diera sus botas a
cambio de unos zapatos que casi no tenían suela y si no se los cambiaba
entonces ella la iba a acusar con Hasse de lo que había hecho asi que no le
quedo demás y le dio sus botas, pero no se sintió tan mal puesto que aunque
tenia unos zapatos mas feos pero ella salvaría su vida aunque ella dudaba mucho
que Hasse la pudiera reconocer debido a que eran muchas mujeres pero ella aun
asi no quiso arriesgarse por lo que ya no salía tanto.
Los hornos de Hitler
Capitulo IX
“La enfermería”
Por fin les anunciaron que tendrían una
enfermería lo que les causo emoción por lo que Olga pudo entrar como ayudante
de enfermería como parte del personal debido que antes le había suplicado al
doctor Klein, que era el jefe medico de la S.S. del campo, que le permitiera
hacer algo para poder aliviar a sus compañeras pero la primera vez la rechazo
puesto que estaba prohibido dirigirse a un doctor sin autorización. Al día Siguiente el doctor Klein mando llamar
a Olga para decirle que pertenecería al personal de enfermería entonces desde
ese momento todas las internas que tuvieran algún conocimiento medico debían
presentarse.
En la barraca numero 15 era la que estaba
dividida en dos uno quesería la enfermería y el otro seria la farmacia.
Después de unas cuantas semanas se instalo un
hospital al otro extremo por lo que se reunían cuatrocientos o quinientos
pacientes.
No había luz la única luz era del pasillo y
el piso era de madera por lo que todas las enfermeras lo limpiaban dos veces al
día aunque les era muy difícil mantenerlo limpio.
Cuando tenían que ocupar las herramientas lo
que les preocupaba a Olga y a sus compañeras era que a lo mejor le podían
causar alguna infección a sus compañeras pero a veces era necesario hacerlo
aunque nunca se escucho que las compañeras hayan tenido alguna infección
después de haberles echo alguna abertura.
Trabajaban mucho tiempo y hasta las tres de
la tarde se detenían para comer.
A veces había varios partos seguidos y tenían
que pasar la noche sin dormir, pero a pesar de eso ella se sentía bien porque
estaba realizando una buena labor.
Además estaban mejor que en su barraca pasada
pues tenían dos cobijas una la extendían para acostarse y otra para taparse,
aunque no era lo mejor pero de vivir asi que como otra cualquier interna común
ellas estaban en mucho mejores condiciones.
Los hornos de Hitler
Capitulo X
“Un nuevo motivo para
vivir”
También llegaban hombres a su enfermería que
generalmente eran los que trabajaban por los campos de mujeres.
Debido a que Olga se dedicaba todo el tiempo
a la enfermería un día llego un paciente francés al que Olga le asigno el
nombre con la letra inicial “L”. La herida que tenia en uno de sus pies era
grave por lo que le hacia estará aun mas tiempo en la enfermería L era una
persona muy bien recibida por todas las enfermeras por ser una persona
encantadora. Todos los días el les traía nuevas noticias sobre la situación
militar y política de Europa eso lo hacia mientras ellas le curaban la herida
de su pie.
El era su
única fuente de noticias y les daba noticias verdaderas.
La situación material de Olga había mejorado
cuando comenzó a trabajar en la enfermería pero ella se sentía mal emocionante
por perder a sus padres, esposo e hijos.
Pero L hablo con Olga y le dijo que le
hiciera un favor y ese favor consistía en decirle a todas sus compañeras
internas sobre las noticias alentadoras que el les informaba pues era
importante para que todas mantuvieran alto su espíritu. Estaba prohibido que se
pasaran las noticias y mas a todas las
internas y eso era condenado a muerte pero Olga se sentía tan mal que le daba
igual morir o no. L le pidió otro favor que el trabajo que ella realiza la
convierte en una mujer ideal para hacer de una oficina de correos y se
dedicaría a entregar cartas y paquetes con mucha discreción. También le dijo
que observaran juntos porque mas adelante escribirían todo lo que habían visto.
Después Olga obtuvo los resultados en el que
los alemanes se dedicaban como deshacerse de los judíos y en menos de un
trimestre que abarcaba de mayo a julio los alemanes ya habían liquidado un
millón trescientas mil personas en Auschwitz Birkenau.
Los hornos de Hitler
Capitulo XI
“Canadá”
Dentro del campo de concentración
Auschwitz-birkenau un edificio el cual era llamado “Canadá” en donde se
almacenaban las ropas y demás pertenencias quitadas a los deportados cuando
supuestamente iban a bañarse.
Algunos hombres prisioneros que de
preferencia fueran médicos eran dedicados día a día a meter a las personas a la
cámara de gas, después quitar las dentaduras a los cadáveres o quitar los
materiales de metal precioso como lo era el oro y después sacaban a los
cadáveres. Ese trabajo era muy feo pues muchos de los prisioneros que se
dedicaban a eso se volvían locos y había algunas veces que les tocaba ver como
padres y sus hijos eran victima de aquel gas mortal.
Durante ese tiempo habían unos internos que
tenían acceso al edificio llamado Canadá
podían hacerse de muchas cosas muy valiosas como ropa, zapatos,
diamantes, etc. Por lo que por ese tiempo en la tarde había mercado negro en la
que los internos intercambiaban cosas de mayor importancia como un diamante por
una simple comida o un vino común y corriente.
Tenían unos vecinos los cuales eran checos
ellos tenían el privilegio de permanecer con su familia pero por poco tiempo
porque después eran llevados directamente a la muerte.
Como los checos eran mas ricos en cuestión de
ropa y Olga y sus compañeros entre comillas por la barda se intercambiaban
ellos les daban comida y los checos a ellos ropa. Olga tuvo que sacrificar
parte de su pan por una blusa de enfermera.
De igual manera en ese tiempo un joven checo
se enamoro de una interna y el logro conseguir verla antes de su muerte, pero
después fue mandado a morir.
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