martes, 23 de abril de 2013

Capitulo 4, 5, 6 & 7 "Los Hornos de Hitler"



Los hornos de Hitler
Capitulo IV
“Las primeras impresiones”
Cuando Olga llego al campo de concentración le parecía muy horrible pero se le hacia aun mas feo tener que comer una sopa de caldo negruzco en el que estaba hecha de desperdicios de vegetales y otras cosas mas que sospechaban de donde podrían venir y algunas veces les daban te.
Cuando conoció a la jefa de su barraca le dio mucha felicidad saber que ella ya estaba en ese lugar más de cuatro años y le dio gusto saber que una persona podía resistir ante tantas horrocidades que los alemanes provocaban pues el trato que les brindaban era muy feo eran muy maltratados por ellos hasta se les tenia permitido únicamente ir dos veces  a los baños si es que ah eso se le podía llamar baño, por lo que si alguna hiba al baño en la noche y era sorprendida por algún alemán tenia todo el derecho de dispararle y luego averiguar porque, a los alemanes les era muy divertido y placentero disparar por lo que no había algún problema que ellos hicieran eso.
Cuando platico con la jefa de la barraca le conto la experiencia que había tenido al llegar al campo y que su padre, madre y dos hijos se habían ido supuestamente aun lugar mejor donde les darían de comer y les darían permiso de tomar una ducha, lo cual ella lo desmintió pues le dijo que esas personas iban directamente a la muerte, pues los hacían esperar tres o cuatro días y después de eso los metían a los hornos donde lógicamente morían quemados y terminaban hechos cenizas.
Ella no podía creer tal horrocidad que lo primero que quería hacer era avisarle a su esposo. Como su esposo estaba cerca pudo contarle aunque le desanimo mucho ver a su esposo de una manera que no creía verlo en cuanto le comento ambos no creían que los alemanes hicieran esas horrocidades con los niños, despuen cuando vio que funcionaba la panadería fue muy alterada por lo que una alemana quería golpearla pero otro alemán muy guapo la defendió.





 Los hornos de Hitler
Capitulo V
“La llamada a lista y las selecciones”
Muy periódicamente Olga y todas las demás internas tenían que asistir periódicamente a las selecciones, en el que consistía que hicieran enormes y largas filas donde se formaban con el fin de que seleccionaban quien permanecería vivo y trabajando o quien iría directo a los hornos donde era una muerte cruel, por lo que nadie quería asistir pero era una obligación y muchas se escondían pero a los alemanes les parecía importar demasiado las decisiones que aquellas que se escondían las buscaban por largo tiempo hasta encontrarlas y formarlas, y cuando había una interna la cual no podía estar de pie por sus enfermedades, golpes, etc. Era acostada en una lona pero forzosamente se tenían que formar.
A los alemanes no les importaba mucho el clima ni el horario en lo que las internas tendrían que estar ahí pues se llevaban demasiadas horas esperando su turno, pero si llovía ellos podían cubrirse con sus abrigos azules o si hacia calor ponerse en una sombra, mientras las internas sufrían o gozaban de el clima disfrutaban cuando llovía pues podían tomar agua para refrescar sus gargantas y les venia bien ya que solo se les tenia permitido dos tragos por día.
Los doctores que escogían quien vivía y quien no era muy bellos ambos eran muy atractivos pero todo lo que tenían de bello lo tenían de malo para poder decidir la vida de una persona y las que decidían que deberían morir eran llevadas en un camión de poco espacio y lo mas vergonzoso eran transportadas desnudas.









Los hornos de Hitler
Capitulo VI
“El campamento”
El campamento además de todo lo mencionado antes tenia muchas cosas de crueldad para las internas; pues habían unos lavabos supuestamente en el que era para que pudieran asearse pero como asearse con dos botes de agua llenos de un liquido no muy confiable, no había existencia de jabón, de pasta de dientes y mucho menos cepillos de dientes lo que supuestamente los lavabos era especialmente para bañarse y lavarse los dientes.
Además de eso las internas tenían demasiada sed por lo que bebían de esa agua de mal aspecto, pero su sed era mas que arruinarse tomando de ese horrible líquido.
El campamento era dividido en muchas secciones dos eran especialmente para los lavabos y había una sección especial para los basureros en donde se encontraban con tesoros, bueno si su vida hubiera seguido siendo normal de igual manera se les haría horrible e iría directo para la basura pero dada a su nueva situación cualquier cosa de ahí se les hacia un gran tesoro.
Ahí Olga encontró tres lasitos que amarro y los convirtió en un cinturón pues le venia bien ya que por las situaciones que vivía en el campo había adelgazado demasiado y ese cinturón le sujetaba de maravilla sus pantalones, además encontró una tabla que pudo afinar dándole forma a cuchillo y para su suerte una de sus compañeras le regalo dos trapos con los que uno lo ocuparía de cepillo de dientes y otro de pañuelo lo que le hacia sentirse rica entre sus compañeras.








Los hornos de Hitler
Capitulo VII
“Una proposición en Auschwitz”
Olga llevaba ya más de tres semanas en el campamento y aun le parecía una pesadilla de la que quería despertar, cada día no podía creer en lo que se había convertido y le estaba sucediendo.
En una noche un hombre empezó a hablar, se levanto y aquel hombre que hablaba era un hombre apuesto de ojos azules vestido con traje carcelario de rayas que se inclinaba sobre la tercera ringlera.
Ella se quedo sorprendida al ver allí a un hombre   pues no lesera permitido a los hombres estar en la barraca de mujeres el le dijo que tuviera animo que aun era una novata pero con el tiempo se acostumbraría entonces en ese momento ella pudo ver que era alto y sus ojos eran de un azul mas radiante.
Con el tiempo el iba a menudo a componer las barracas por lo que Olga lo esperaba con ansia y no porque le gustara o quisiera algo mas con el, lo único que ella quería era charlar con alguien.
El la invito a comer pero el a cambio quería sexo pues el ofrecía comida a cambio de sexo por lo que ella se lo negó y se lo negó varias veces por lo que adelgazo demasiado.

Alumna: Ramírez Mejía Karen Ariatna.  Grupo: 206





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