martes, 4 de junio de 2013

Ensayo de Los Hornos de Hitler.

Karen Ariatna Ramírez Mejia

Segundo semestre

Comprensión lectora y redacción

206#

Ensayo los hornos de Hitler

Introducción
A mi este libro me agrado mucho y me hizo reflexionar cada uno de sus capitulos, porque cada uno de ellos no habla de un panorama en el cual a varias personas les cambia totalmente su vida como por ejemplo a Olga Lengyel quien nos cuenta su primera impresión que tuvo al llegar al campo de concentración en Auschwitz-Birkenau en el que dos días después de ser instalada, su vida pudo cambiar por completo de una manera horrible en el que nadie quisiera haber estado en su lugar y que tuvo que carecer de demasiadas cosas.
También lo que me sorprendió mucho de este libro es como los alemanes trataban a los judíos como lo peor de la sociedad, como si fueran pecadores solo por el simple hecho de tener otra creencia religiosa y sin embargo a la reflexión que yo hago para mi pecaron mucho mas los alemanes por tratar tan mal a personas y que sobre todo fueran ego centristas y tuvieran una idea muy cerrada de que solo ellos eran de una raza superior y que si alguien nacía con alguna discapacidad lo mataran y que practicaran con ellos experimentos como si fueran ratoncillos de indias, yo creo que nada de todas esas cosas se perdonan y tampoco cabe tanto dolor en una persona. Olga nos muestra en su libro el mayor sufrimiento que tuvo que fue perder a toda su familia, ser golpeada, vivir de una manera horrible al ser sometida a comer comida echada a perder, a trabajar de manera absurda, a ser anti-higiénica, a matar a bebes inocentes, etc. Muchos sufrimientos se vivieron en Auschwitz.
Varias personas tenían una idea muy errónea de las razas como Irma Griese quien siendo una mujer muy bella tuviera mucha maldad como para dedicarse a hacer sufrir de una manera horrible a las mujeres.
Pero lo único bueno que Olga pudo vivir allí fue que pudo conocer a sus grandes amigas de la enfermería en la que todas se apoyaban y se contaban sus cosas.
Otra cosa buena fue que al ser liberados, a pesar de todo lo que sufrieron hubo muchos quien no tuvo la inmoralidad suficiente como para atreverse a matar a uno de ellos, ni estando dentro de el campo se atrevía a robar, me gusta mucho el lado en el que Olga nos cuenta su vida sin rencor y nos muestra este panorama para que no nos atrevamos a causarle dolores y sufrimientos tan grandes a las personas solo por creer que nosotros o alguien puede ser mejor, debemos ser tolerantes ante las decisiones de los demás y no lastimarlos solo por esa razón.
                                                                Desarrollo
Olga era una mujer de Transilvania la cual tenia a su esposo llamado Miklos Lengyel quien era un excelente doctor que junto con Olga y tenían dos hijos pequeños a quienes perdieron en el campo de concentración ya que junto con lo padres de Olga fueron seleccionados para la cámara de gas y obviamente murieron. En su vida normal habían hecho un hospital en el que ella se dedicaba a ayudarle y que por culpa de un alemán les quito su hospital y su hogar y que por la Gestapo hayan sido llevados pos siete días en un vagón en el que normalmente caben 8 caballos y los alemanes se dedicaban a meter a mas de 100 personas sin darles de comer ni beber agua.
Esto empezó durante la segunda guerra mundial en el estaba en el gobierno alemán Adolfo Hitler quien se dedico a decirle a su país que la raza alemana era superior a todas por lo que debían de acabar con las demás razas y fue por eso que creo los campos de concentración en el que metió a personas con diferencias religiosas como los cristianos y judíos y en el obtuvo muchos beneficios pues aprovecho muy bien cada parte humana para la producción a las fabricas como Bayer, les ayudo a hacer experimentos con las personas aunque no sirvió de mucho puesto que en ese tiempo ni ellos experimentando con verdaderos humanos tuvieron mucho avance en la ciencia, además también explotaban el trabajo de los judíos para producir diferentes cosas según a la fabrica a la que fueran llevados.
Por este mismo movimiento llamado nazi que creo Adolfo Hitler junto con alemanes se sentían con el derecho de maltratar a los que no fueran alemanes de una manera horrible como darles de comer adecuadamente pues les daban comida echada a perder además de que era muy poco en el que les ponían polvos para que se les quitara el deseo sexual. Aparte solo tenían permitido tomar dos vasos pequeños por día.
Tanto se tomaban enserio su papel como lo que era Irma Griese quien era una mujer hermosa, rubia de ojos azules a la que era llamada el “Ángel rubio” quien se dedicaba a seleccionar a las mujeres del campo para que fueran exterminadas y cuando se dedicaban a exterminar era que eran muertas en la cámara de gas, todas las que eran seleccionadas sabían que iban a morir, aunque ella a veces se dedicaba a matar a golpes a las mujeres. Ella siempre quería obtener el poder en todo, ella decidía con quien quería tener relaciones sexuales, el día que escogió a un gergino y el no quiso ceder le fue suficiente para golpearlo de manera brutal a el y a su amada.
Olga en la enfermería del campo de concentración tuvo la oportunidad de conocer a demasiadas personas como las que iban a curarse, pero conoció a un herido que después se hizo su amigo a quien le puso L, el era muy bueno con ella pues siempre le contaba como iba la guerra y le daba ánimos para seguir viviendo, el le regalo una cuchara que en Auschwitz eso era un tesoro, que tiempo después lloro al enterarse que se la había robado una mujer quien en su vida anterior era una multimillonaria y nadie pensaría que ella se robaría las cosas, a eso ellos le llamaban organización.
L también metió a Olga en otro trabajo y en ese trabajo pertenecían aquellos internos que querían la liberación por lo que Olga se dedico a guardar paquetes que contenían explosivos, ya que su plan era destruir el campo de concentración.
Muchos por no soportar estar en el campo de concentración trataban de escapar pero era muy suertudo quien lograba escaparse pues era muy fácil que los alemanes te descubrieran y al momento de descubrirte te iba peor como Tadek uno de sus amigos escapo junto con su hermano pero a el lo encontraron y estuvo en un calabozo y tiempo después fue llevado a la cámara de gas. Ellos tenían la esperanza de que quien se atreviese a escapar lo lograra pues asi podría decirles a las demás personas todo lo malo a lo que eran sometidos.
Pero tiempo después en el que Alemania perdió la segunda guerra mundial los judíos que quedaban pudieron salvarse. Aunque unos después fallecieron por enfermedades, pero otro como Olga vivió para contarlo.
Conclusión
Lo que yo puedo concluir es que antes la gente era muy ignorante como los alemanes que se dejaban llevar por lo que sus superiores les dijeran y no tenían criterio suficiente para decir si estaban o no de acuerdo, pero como se dieron cuenta que les convenía ya que se quedaban con las pertenencias de los judíos. Pero para mi eso era falta de valores principalmente falta de respeto, amor y tolerancia al prójimo, porque es feo que ellos creyeran que su raza era superior cosa que era obviamente errónea y que por creer eso sometían a otras personas a daños físicos y psicológicos, pues imagínense matar a los hijos y padres de una persona y hacer que coman una comida echada a perder y golpearlos solamente por traer un suéter para el frio. Pero me alegra saber que aun asi hubo personas que tuvieron mucha moralidad porque aun asi sabiendo todo el daño que ellos les provocaron por largo tiempo no fueron capaces si quiera de darles un solo golpe y la verdad admiro mucho su moralidad y valentía de algunos judíos y que lo justo era que sobrevivieran y asi fue varios sobrevivieron y pues de cierta parte en la actualidad ya no somos tan inhumanos como para provocarle tanto dolor a una persona debemos ser tolerantes y respetar las decisiones de los demás, porque es obvio que en este mundo todos somos diferentes y lo que nos queda es aceptarlo y respetarlo y no creer que solo lo que yo digo es lo correcto y lo mejor porque algunas veces será asi, pero muchas veces por creer eso podemos cometer graves equivocaciones como la que varios nazis tuvieron.

Ensayo De Los Hornos De Hiter

Alumno: Ramírez González Jesús Gustavo

Escuela: EPOEM 258

Asignatura: Comprensión Lectora Y Redacción

Fecha de entrega: 04/06/13

Introducción

Este relato es una crónica organizada y de cómo el ejército alemán es capaz de realizar lo más escalofriante experimentos con los seres humanos, contado por una sobreviviente llamada Olga Lengyel a quien sus padres y sus hijos fueron quemados en los grandes hornos.

Olga Lengyel vivía en Cluj junto con su esposo Mirlos Lengyel, con sus dos hijos Thomas y Arded, sus padres y su padrino el profesor Elfer Aladar. Cuenta que su esposo era medico y habían fundado u hospital. Y en 1944 Hitler ya había invadido toda Polonia y la Gestapo. Estaban en medio de la guerra y todos a los que se les tenía confianza hablaban de la guerra. Cada día se enteraba de lo que ocurría en los países invadidos y no creían que Alemania pudiera estar haciendo eso, ayudaban a polacos que habían escapado de sus casas cuando se rendían ante Alemania y les contaban todo lo que estaban viviendo. En 1943 conocieron un comandante alemán de Wehrmacth que les contaba relatos que vivió en casa. Les contaba acerca del sistema alemán que hacían en otros países y que el papa le molestaba a Hitler, después de acabar con los hebreos siguió con los judíos y los católicos. Después de todas las historias que el general les contaba, Olga lo miro con horror y cuando el general se dio cuenta de esto cambio la conversación diciéndole que su esposo aparecería en la quinta columna y que iba a ser eliminado junto con el doctor Osvath, la quinta columna era una investigación que la Gestapo tenia de las personas importantes del país. Olga seguían sin creer las narraciones no se explicaba porque su esposo aparecía en la lista de la quinta columna y sospechaba del colega de su esposo el Doctor Osvath fuera el que causara las políticas de las que antes hablaban. Cuando el general se fue Olga y sus hijos fueron al hospital que se encontraba al lado de su casa donde su padre y su padrino estaban internados, donde su padrino estaba en los últimos días de vida, cada vez había más dudas acerca de los rumores. Solo podían comprobar lo que pasaba por la hermana Esther que pertenecía a las trabajadoras sociales, a quien le preguntaban que era realmente lo que pasaba y les informaba lo que veía. El doctor Hajnal imre un estudiante de su padrino, les conto que los soldados cada vez eran más crueles con los hebreos, judíos o cristianos si no también con las mujeres, no les importaba que edad tenían ni donde estaban también las violaban y después las mataban. La vista del Obispo Aron Marton se entero que el gobierno Húngaro-nazi iba a exterminar a todo el pueblo húngaro y después exterminaría a todos los países del mundo. Una noche llego un joven enfermo que se escapo de una compañía de trabajo la cual los hacía buscar minas explosivas a 4° grados bajo cero, con solo una cobija en el cuerpo y amarrada con un lazo y un trozo de madera amarrada a los pies, logro escapar gracias a su madre contándoles que los dejaban morir congelados o los quemaban vivos. Eitchmann un militar como el mayor asesino de todos los tiempos, fue nombrado director de la solución final de los judíos, reunió a los judíos en Ghettos para encerrarlos en vagones de ferrocarril y llevarlos a los campos de concentración. En 1944 el esposo de Olga fue llamado a la estación de la policía de seguridad, y fue sometido a un interrogatorio por la S.S. Lo acusaron de robar medicamentos e instrumentos médicos alemanes en su clínica. Lengyel dio una explicación convencedora y fue puesto en libertad. Olga recordó a un hombre llamado doctor Capezius al que los húngaros los llamaban director del depósito de productos farmacéuticos en Auschwitz Birkenau la exterminación más grande de los alemanes, recibía y distribuía las inyecciones de veneno para la práctica de la eutanasia, así como el material que se usaban en los experimentos inhumanos que experimentaban en los prisioneros. El doctor Osvath quería hablar con Olga en la oficina de su esposo. Donde le dijo que su esposo estaba registrado como el enemigo del Tercer Reich y que debía firmar unos documentos en los cuales decían que el hospital y su casa habían sido vendidas, también afirmaba que Olga había recibido dinero en efectivo. La amenazo con matar a su esposo si no firmaba esos papeles así que no tenia salida y firmo. Después el obligo desalojar la casa y quitarle todo lo que le pertenecía y si le preguntaba tenía que decir que había vendido el hospital y que le habían pagado. Tenían que sacar a su padre y a su padrino porque Osvath no los quería en el hospital. Tres días después Osvath saco todas las cosas de la casa de Olga. En Abril le dieron la noticia de que su padre había muerto, no habían cumplió lo que le habían prometido que era estar con el cuándo muriera pues ocurrió en la madrugada y era toque de queda y nadie podía salir. Otra de las cosas que pidió su padrino era que su tumba fuera sencilla, Olga mando a ponerle mármol a la tumba. Cada vez era peor en Cluj había epidemias y las enfermedades se expandían. Un día su esposo lo citaron a una junta de médicos pero era en la estación de policías, Olga tuvo un mal presentimiento y su esposo decidió ir y se despidió de su familia como si nunca los volvería a ver. Después de todo esto Olga llamo a el doctor Osvath, como no le contesto fue con el doctor Konczwald quien le dijo que su esposo tenía que ir a Alemania porque no habían muchos médicos. No sabían que era una trampa y por querer estar con él los dos terminaron arrestados en una cárcel, los llevaron a una estación de ferrocarril con 96 personas más las subieron al tren. Al llegar las enviaron a un campo de concentración donde los separaron en dos grupos, donde quedo con sus hijos y su madre, la mandaron a una fila con todas las mujeres donde las hicieron desnudarse y las revisaban de todo el cuerpo, y las llevaron a la barraca 26. La comida que recibían era asquerosa encontraban botones, cabellos hasta ratones, también les daban un pedazo de pan duro y sucio. Se entero de que el lugar llamado panadería eran loa hornos en la que los quemaban a las personas que no les servían a los alemanes, los niños y los viejitos y ella pensando que sus hijos y su madre los mandaron a ese lado, no podía creer que ya los habían cremado. Trato de encontrar a su esposo y al encontrarlo miro con tristeza en lo que se había convertido, no pudieron hablar mucho tiempo por que los descubrieron y a latigazos y a golpes los mandaron a un bloque que les correspondía a cada uno. Olga vio a unos hombres que habían estado con él en el vagón y les pregunto que si no habían visto a su hijo, le contestaron que lo vieron llevándoselo a los hornos, inmediatamente corrió a salvarlo. Durante varios capítulos va contando todo lo que sucede en los campos de concentración. Cambiaba de campo muy seguido y como las trataban y la comida era igual que las anteriores ya solo había 2 campos de concentración de mujeres. Olga trabajaba de enfermera y contaba todos los acontecimientos que vivía y que no olvidaría, acontecimientos que la marcaron de por vida. Cuenta que si una de las presas, (porque así es como las tenían) estaba embarazada la mataban junto con su hijo, solo las dejaban vivir si su hijo nacía muerto o con alguna deformación física. Cada vez llagaban más trenes de todas partes con mucha gente sin saber que les esperaría la muerte. Había selecciones la cual todos los prisioneros tenían que asistir, aunque estuvieran enfermos, los seleccionaban para llevarlos al crematorio y el que se opusiera era castigada a base de golpes. Olga aprovechaba para enterarse de lo que pasaba, paso mucho tiempo desde que había llegado Olga y estaba en malas condiciones y sufría de calentura y tos. Olga se instalo en la enfermería del campo. Después de atender a las personas contaba sobre los hornos en la cual eran cremados. Canadá era el nombre del edificio que guardaba los objetos de valor que les quitaban a las personas. Trabajaban 1200 hombres y 2000 mujeres. Adentro, se encontraba desde juguetes hasta botellas de vino, adentro era como un mercado negro. Un kilo de mantequilla por 500 marcos, un kilo de carne por 1,000 marcos, un cigarro 7 marcos. Olga noto varios cambios hormonales en su cuerpo, y no trato de descubrir que realizaban experimentos en las mujeres, con las sustancias que tenía su comida, como ya les decía no sabían que contenía sus alimentos. Por 19944 la vigilancia disminuyo demasiado a Olga la habían tatuado con el numero 25,413. Signos que marcaban la nacionalidad, el crimen, la religión su tatuaje de marcado a muerte. Cada vez aparecían mas enfermedades una de ellas fue la sarna la que le dio a Olga. Su esperanza creció cuando los prisioneros hicieron explotar uno de los crematorios, con esto varios presos escaparon, pero los atraparon y los mataron. Los experimentos seguían, miles de personas eran usadas con tal de satisfacer la curiosidad de los alemanes acerca de lo que pasaba con los cuerpos humanos. Olga paso una nota a su esposo y para ir a su encuentro tuvo que viajar a un lugar llamado “carro de la muerte” donde había personas malas de su cabeza, esa vez fue la última que vio a su esposo, en los campos de concentración los cadáveres iban aumentando así que decido escapar, llego a una iglesia y la alojo un hombre y una familia, Luego en Polonia donde la encuentran pero logra escapar de nuevo. Relata más cosas por las que ella confiaba en la humanidad a pesar de cómo fue tratada nunca perdió la esperanza de seguir adelante y comprender porque el destino quiso que pasara por esas duras pruebas.
Conclusión
Este libro nos aporta las crónicas de Olga una mujer muy fuerte que relata lo que vivió en los campos de concentración Nazi. Cada capítulo nos relata los escalofriantes sucesos vividos y los plasmo en un libro para que supiéramos lo que en realidad sufrió y la crueldad humana con tal de crear una sociedad mejor con las características que ellos consideraban que eran perfecta.


  




Ensayo : Rangel Servin Brenda Michelle Grupo: 206


Ensayo de los Hornos de Hitler
Los Hornos de Hitler
Alumna: Rangel Servin Brenda Michelle
Grupo : 206

INTRODUCCION:
En estos capítulos que decidí escribir en este ensayo , se da a conocer como fue lo que vivió Olga que es la protagonista en este libro los Hornos de Hitler.
En estos capítulos que son el número 4 ‘’primeras impresiones’’ , el capítulo 5 ‘’La llamada lista y las selecciones’’ , el capítulo 6 ‘’el campamento’’  el capítulo 7 ‘’Una Proposición en Auschwits’’ . . Estos capítulos fueron los quemas me gustaron, principalmente por lo que hablan y explican todos los sucesos importantes de todo lo que vivieron cuando iban llegando a Auschwits, fueron los que más me gustaron y me interesaron , se me hicieron muy entretenidos.

Dos días después al quedar instaladas en las koias recibieron su primera comida matutina que solo les daban una taza de cierto líquido negruzco al que llamaban café. En ese caso consistía toda su comida. A medio día tomaban sopa y su olor era repugnante, no tenía más remedio que taparse las narices para poderla consumir. Ellos tenían que comer y dominar su asco. Hasta había sopas que las llamaban ‘sorpresa’ encontraban en el líquido botones, marañas de pelo, hilachas, latas y hasta ratones. Y por la tarde recibían el pan de cada día, era un pan negro con una proporción altamente de serrín. Era doloroso e irritante para sus encías que se les habían ablandado por la mala alimentación.
Además de la ración diaria de pan, recibían por la noche un poco de compota o una cucharada de margarina. A favor excepcional les daban a veces una rebanada más delgada que el filo de un cuchillo de salchichón. Lo mismo la sopa que el café eran transportados en calderas enormes de 50 litros y eran cargadas por internas, para dos mujeres un peso como aquel bajo la lluvia era sumamente dificultoso. De vez en cuando las cargadoras derramaban el líquido hirviente por lo que se causaban quemaduras graves.El líquido que contenía el percì era evertido en las veinte vasijas de cada barraca. Cada vasija era a su vez repartida entre los ocupantes de koia.La que ocupada el primer puesto o la que se le concedía, cogía la vasija bajo los ojos ansiosos de sus diecinueve vecinas de koia, celosamente iban contando cada trago ellas mismas vigilando el mas mínimo movimiento, cuando habían consumido lo tragos que le correspondían, la segunda le arrebataba la cacerola de las manos. Nadie conseguía calmar su hambre. Había una cosa que desconcertaba más que eso ver a una mujer buena agacharse sobre un charco de agua y beberla con ansiedad para aplacar su sed. No se podía ignorar el peligro que corrían al beber esa agua, pero muchas prisioneras había caído ya tan bajo que todo les resultaba totalmente indiferente, la muerte no significaba más que una liberación. Mientras tanto las que gozaban de buena salud eran víctimas de toda clase de tribulaciones en las koias. Las maderas habían sido claventadas muy mal y se abrían fácilmente cuando sobre ellas subían su peso a una presión excesiva. Cuando se caía la tercera ringlera, arrastraba consigo a la segunda y aplastaba a unas sesenta mujeres. Cada accidente ocasionaba muchas lesiones y fracturas.  A veces tenían ocho o diez accidentes de ese tipo en una sola noche.
En el campo de concentración habían ‘’selecciones periódicas’’ para mandar nuevas víctimas a los crematorios.Habían dos de estas llamadas diariamente, una al amanecer y otra alrededor de las tres de la tarde. En esas horas tenían que presentarse. Esperaban el tiempo de pie: frente a las respectativas barracas habían mil cuatrocientas mujeres, con un total de treinta y cinco mil en todo el campo y doscientas mil en todos los campos de área Birkenau-Auschwits. Cuando eran acusados de alguna infracción de las ordenanzas, tenían que ponerse de rodillas y esperar en el fangoso. A las primeras horas de la madrugada temblaban de frío o cuando lluvia cosa que ocurría con frecuencia. En el invierno se citaba la lista siempre bajo las mismas condiciones, independientemente de si nevaba o helaba. Procuraban frotarse unas con otras, pero sus guardianes estaban muy abrigados y muy alerta. En las tardes de verano, les ocurría todo lo contrario el solo les quemaba con sus rayos. Sudaban hasta que sus sucios harapos se les pegaban a la piel. Padecían de sed, pero no se atrevían a romper fila para buscar una gota de agua. Todo el mundo tenía que presentarse a la formación, aunque estuviesen enfermos. Todas las enfermas que no podían mantenerse de pie eran tendidas sobre una manta en la primera fila. Las que faltaban tenían que ser encontradas y las demás no podían abandonar la formación hasta que las hubiesen localizado. Solo las internadas tenían que aguantar las inclemencias del tiempo. Además de las llamadas ordinarias a filas había otras especiales, se descubrían a las que llegaban tarde o se habían escabullido. Eran tratadas a empellones y golpes por los ‘kapos’ y de aquella porfía salían las ‘culpables’ con los huesos rotos o las caras ensangrentadas. Se preguntaban unas a otras el porqué estaban allí y sus contestaciones eran:-Me agarraron cuando salía de la iglesia con mis hijos-Soy judía-Soy gitanaPero las respuestas más frecuentes eran: no tengo la mas mínima idea del porque estoy aquí!!Muchas decían que era cuestión de suerte. Con las niñas judías de la misma edad, eran inmediatamente mandadas a la cámara de gas. Para castigarlas se les obligaba a pararse horas enteras, arrodilladas, algunas con la cara vuelta al sol, otras con piedras sobre la cabeza y a veces llevando un ladrillo en cada mano. Esas niñas no eran más que un hueso y pellejo, estaban sucias, muertas de hambre, llenas de andrajos y desc  
Cuando se termina la revisa, podían regresar todos a sus koias o irse a sus retretes. Aprovecho aquella relativa para enterarse de la vasta sección de la cárcel. El campamento estaba dividido por ‘Lagerstrasse’ que era la avenida principal y tenían unos 500 metros de largo, flanqueaban ambos lados con barracas. La corte de Lageraelteste estaba compuesta por la ‘La Gerkapo’ jefa adjunta de campo; por la ‘Rapportschreiber’’, jefa de la oficina; y por la ‘Arbeitaients’ jefa de servicios. Cada una de estas dignatarias tenía su habitación independiente, que aunque no era elegante, era un paraíso comparado con las inmundas covachas en que vivían las deportadas corrientes. En la barraca donde ella se situaba reinaba una jerarquía de rango inferior. La blocova estaba en la cumbre. La asistía su ‘vertreterin’ o representante: y su ‘Schreinberlin’ o secretaria, cuya tarea consistía en redactar las llamadas a filas y los informes. También se escogían entre las prisioneras las policías femeninas del campo. Llevaban vestidos de mezclilla azul. Su misión principal consistía en hacer retirar a cuantos se acercaban demasiado a los alambrados para hablar con los internados. También tenía unas cuantas bomberas, basureras y recogedoras de cadáveres.Los ayudantes de cocina ejecutaban a veces tareas difíciles. Algunas descargaban vagones de madera, leña o carbón. Otras se pasaban todo el día limpiando. Tenían las manos determadas y los pies cubiertos de eczemas.Dos barracas habían sido convertidas en lavabos. Era donde debían realizar su limpieza personal. Pero no se reunían con la intención de asearse, si no con la esperanza de beber un poco de agua, para calmar su hambre.
 Llevaba ya tres semanas en Aushwitz, y ella aun no lo podía creer. Ella esperaba que fuera un sueño esperando que alguien la despertara.Las encarceladas gritaban, se peleaban y se golpeaban. Desde su koia, miraba al interior de la barraca, como si sobre las cosas se tendiesen en velo.Encontró a un hombre de lado de la barraca de las mujeres, era un nombre apuesto, de ojos azules, vestido con traje carcelario de rayas, el hablaba y la hizo trabar conversación con él. Se entero que era polaco y de que llevaba ya cuatro años en campos de concentración desde la caída de Varsovia. Entre risas le dijo que era carpintero. Desde entonces él iba todos los días a reparar las camas, charlaban y se hicieron amigos. A los trabajadores se les permitía una hora libre y le pidió que la siguiera, ella agradeció su invitación y se fue con él, llegaron a donde los trabajadores estaban guisando su comida en una fogata, su amigo que se llamaba Tadek, saco dos patatas y las puso a cocer en una olla. Le regalo una y empezaron a comer. Tadek le dio otra sorpresa y era un chal. Él le dijo que debía ser terrible para una mujer verse sin pelo, la invito todos los días a comer patatas. Parecía extraño pero había algo en el que le inspiraba grandes deseos hacia ella. Ella sintió su brazo entorno a su cintura, se le desplomo el mundo, ella le había dicho previamente lo que le había sucedido. Luego se entero que su estilo de hacer el amor era más fino que había en Auschwitz. Tadek siguió entrando todos los días a su barraca con un paquete de alimentos, pero no para ella si no para otra mujer. Decidió ir a los lavabos donde los hombres se reunían allí durante su hora de descanso y a veces compartían su comida con las mujeres . La escena que contemplo en el interior era verdaderamente desalentadora. El aire era irrespirable. Se acerco Tadek y le ofreció un paquete de comida, como siempre. Agarro el paquete y se lo tiro a la cara con toda la fuerza que tenia.

Conclusión :
Fueron los primeros capítulos del libro, los que más me agradaron, porque iba Olga narrando todo lo que vivió desde que llego a Auschwitz , cuando llego a la barraca y también me gustaron mucho los demás capítulos porque se iban desarrollando todas las demás cosas y de hecho fueron muchos sucesos importantes que narran en el libro.
En esos capítulos que desarrolle, explica Olga como las trataban, que les daban de comer, como se comportaban las judías, como las hacían trabajar, etc.
Aprendí mucho de estos capítulos, sobre todo a valorar lo que tengo en mi casa, estar con mi familia y dar gracias a Dios por cada día mas que me da de vida, ya que ahí las (os) judíos eran llevados a Aushcwitz ya no podían disfrutar su vida como ellos quisieran , eran separados de sus familias, no les daban de comer casi nada , eran maltratados y para los seleccionados , ya no tenían esperanza de vivir mas .

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EPOEM 258

Alumna: María de los Ángeles Valdez Guerrero
Profesora: Liliana Cano
Ensayo “Los hornos de Hitler” capítulos VIII, IX, X & XII
Grupo: 206

Introducción
Yo decidí elegir estos 4 capítulos “soy condenada a muerte “,”la enfermería” ,   ” un nuevo motivo para vivir” &  “el depósito de cadáveres” porque fueron los que más me gustaron de todo el libro  en general este libro “los hornos de Hitler “habla del relato de una de las sobrevivientes  de la segunda guerra mundial   (el holocausto).

En este capítulo  “ soy condenada a muerte “Olga empieza a narrar que el único trabajo que realizaban ,al día era asistir a las formaciones ella  había quedado más delgada que un esqueleto era víctima de calentura y ataques de tos Un día se sentía más enferma que nunca al igual que  Magda su amiga se encuentra mucho más enferma que ella .Hasse advirtió lo que era una infracción grave y las designó hasta la selección las stubendiest divise un palo que allí era un signo de poder más unos días después llegaron y  les ordenaron a ella y sus compañeras que se dirigieran a los camines para que las transbordaran directo a las cámaras de gas u a los hornos del crematorio en estos se quemaban a las personas que estaban muertas algunas de las mujeres solo creían que esto de las cámaras de gas eran rumores fantásticos para asustarlas pero todo esto era verdad a Olga le costaba trabajo aceptar luego de llegar a las cámaras de gas fueron formadas Olga logro escabullirse  a toda velocidad hacia las cocinas , con el aire más natural comenzó  a poner los platos en orden , tuvo  mucho cuidado de no salir hasta la primera revista se cambió de ropa con otra deportada y se escondió   en mi koia , hubo una o dos prisioneras que se quedaron asustadas al verla , pero ella les explico  que la debieron  haber  confundido con otra compañera.
Durante semanas y semanas, no hubo medios para atender a los enfermos. No se había organizado hospital ninguno para los servicios médicos ni disponíamos de productos farmacéuticos.
A Olga la nombran miembro del personal de la enfermería. Se encargaría de las mujeres que estuviese enfermas en las barrancas, Junto con otras de sus compañeras  Durante mucho tiempo dispusieron   dos pequeñas habitaciones. La única luz que tenían procedía del pasillo; no había agua corriente, y resultaba difícil mantener limpio el suelo de madera, El total de internadas que se en contaba en el  campo ascendía a treinta o cuarenta mil mujeres. Y todo el personal disponían para su  enfermería no pasaba de cinco nunca se daban abasto con su  trabajo. Ellas solían levantarse  a las cuatro de la madrugada. Las consultas empezaban a las cinco. Las enfermas, que a veces llegaban eran a mil quinientas al día, tenían que esperar a que les tocase su turno en filas de a cinco. Lo único bueno era que después de que Olga y las demás enfermeras terminaran su turno les remitían un  lujo de un buen aseo, tiempo después  fue mejorando sus condiciones de vida.
Olga dice que  a veces, iban también hombres a  su enfermería. Generalmente eran internados que trabajaban en los campos de mujeres. Cuando regresaban a sus barracas por la noche, encontraban su enfermería cerrada. Pero para ellas era cruel negarse a atenderlos, aunque estaba estrictamente prohibido por los alemanes. Pero sus lesiones procedían de accidentes de trabajo. Ella a través de nuevos contactos que tenía, se enteró por fin de los detalles más concretos sobre la cámara de gas y los crematorios. Y dice que le contaban que al principio, los condenados a muerte de Birkenau eran fusilados en el bosque de Braezinsky o ejecutados por gas en la infame casa blanca del campo de concentración. Los cadáveres eran incinerados en una fosa. Después de 1941, se pusieron en servicio cuatro crematorios, con lo que aumentó considerablemente el "rendimiento" de esta inmensa planta exterminado. En menos de un trimestre los alemanes habían liquidado a más de 1.300,000 personas en Auschwitz-Birkenau.
Un día mandaron  a Olga, en compañía de otras tres internadas, a buscar mantas para la enfermería.

En el momento en que llegábamos a la estación, entraba en vías un transporte. Los vagones de ganado estaban siendo vaciados de los seres humanos golpeados y enclenques que habían hecho el viaje juntos, a base de ciento por cada vagón. De aquella espesa y desgraciada turba, surgían gritos desgarrados en todos los idiomas de Europa, en francés, rumano, polaco, checo, holandés, griego, español, italiano.

Olga cuenta como trasladaba los cadáveres al depósito este se encontraba media hora de camino después del hospital,  estos cuerpos pertenecían a algunas pacientes de la enfermería, si de por si no había suficiente agua para que se bañaran las personas que estaban vivas menos para que limpiaran a los cadáveres. Olga tenía que compartir este trabajo pesado una  muchacha que había sido estudiante en Varsovia, La joven polaca estaba dominada por un único sentimiento el amor a su madre.
Esta  era el tema principal de sus conversaciones. Cuando hablaba de ella, le decía  a Olga confidencialmente  que su madre estaba escondida en las montañas. La estudiante pensaba que los alemanes no serían tan inteligentes de encontrar a su madre .pero un día mientras penetraban el depósito de cadáveres la joven había visto el cuerpo de su madre entre todos los cadáveres se podía observar algunas  deformaciones producidas que producían los internados la vida del campo de concentración  muchos prisioneros parecían esqueletos. Habían perdido el 50 ó 60 por ciento de su peso original y habían mermado de talla. Parecerá increíble, pero la verdad es que no pesaban realmente más de treinta o treinta y tantos kilos. Por la misma causa, a saber, la alimentación defectuosa, a otros se les hinchaba anormalmente el cuerpo.
En este último capítulo Olga Lengyel nos dice que su motivo para escribir este libro fue la concientización de la gente sobre estos terribles hechos. Les agradece a las personas que le contaron sus historias para poder publicarlas en este libro. Habla de que la SS pidió un formato de los niños internados que se habían quedado ya sin familiares, sin casa, etc. A la autora la mandaron a bañar a un niño que habían mandado aniquilar junto con otros muchos más. El niño estaba ardiendo en fiebre estaba muy enfermo y muy débil y flaco, pobrecito después de haber caído al frio suelo los alemanes lo habían golpeado hasta que el pobre niño quedo inconsciente, después de eso fue cuando lo mandaron con la autora del libro y ella lo ayudo. Ella lo baño sin jabón ni toalla y con agua helada pero era todo lo que podía hacer en esos momentos. Nos comenta que muy pocos fueron los niños que sobrevivieron a estos hechos. La autora Olga Lyengel nos comenta que pase lo que pase nunca hay que perder la fe porque es a lo único a lo que te puedes aferrar para seguir adelante a pesar de todas las adversidades que quieran derribarte. Nos cuenta que nunca va a poder olvidar todas las atrocidades que desgraciadamente vivió en el campo de concentración y jamás va a olvidar a todas las personas con las que estuvo y que le ayudaron a seguir adelante.

Conclusión
Este libro se me hizo muy interesante ya que te cuenta sucesos de la 2 guerra mundial y te hace reflexionar sobre la vida que llevamos cada uno de nosotros y debes aprender a valorar lo que tenemos muy aparte de todo esto leer este libro me ayudo a realizar algunos reportes de capítulos y una pequeña representación junto con mis compañeros del grupo a mí me gustaría que hubieran más dinámicas así yo si recomendaría este libro “los hornos de Hitler”.

Los Hornos de Hitler (Ensayo)

Los Hornos de Hitler. (Ensayo)

Alumno: Cruz Frausto Edgar Isaac.
Escuela: EPOEM 258
Asignatura: Comprensión lectora.
Grupo: 2O6
Fecha de entrega: O4/O6/13
Introducción: El libro de Los Hornos de Hitler está muy interesante e impactante ya que te muestra varios sucesos los cuales ocurrieron durante la segunda guerra mundial a causa de Hitler. Los últimos cuatro capítulos del libro “Los Hornos de Hitler” fueron los que más me llamaron la atención, porque es cuando más o menos te das una idea de en qué puede terminar el libro, aunque también te empieza a impactar mucho más por todos los sucesos que ocurren en ellos.
Explicare cada uno de ellos, es decir, de que trata cada uno de esos capítulos, que son el capítulo 24 “En el carro de la muerte”, el capítulo 25 “En el umbral de lo desconocido”, el capítulo 26 “La libertad” y el capítulo 27 “Todavía tengo fe”

En este capítulo llamado “En el carro de la muerte” que es el número 24, Olga dice que por varios meses estuvo intentando hablar con su marido el cual no podía y como por el campo donde estaba ella pasaba un transporte con varios hombres, ella hacia todo lo posible para ver si veía a su esposo en esos transportes. Olga se imaginaba que su marido permanecía muy bien, aunque siempre ella le mandaba mensajes, nunca obtenía respuestas, hasta que un día se enteró que su marido estaba en el campo de Buna, al enterarse de eso ella pensó en muchas formas de poder ir a ese campo pero no se le ocurría nada, hasta que un día pensó en el bloque que tienen en el campo de locos, su idea era permanecer allí hasta que los trasladarán al campo de Buna para experimentar con ellos, claro que Olga se arriesgaba mucho por llevar a cabo ese plan pero no le importó y lo hizo. Ella en el carro de la muerte casi se volvía loca al ver tanto sicópata con sus cosas pero en fin, llegaron al campo de Buna. Llegando ahí, llevaron a los locos a los experimentos y Olga trataba de encontrar a su marido hasta que logro verlo cara a cara en la sala de operaciones, al verse los dos no supieron que decirse solamente estaban muy tristes, pero después su marido le dijo que nunca más se volviera a arriesgar de ese modo ya que era muy peligroso si uno de las SS. La descubrían. Olga más tarde regreso a su campo pero días después se enteró que a su marido lo habían asesinado ya que trato de levantar a un hombre que se había desmayado y un alemán al ver eso les disparo a los dos.
En este capítulo llamado “En el umbral de lo desconocido” que es el número 25, Olga cuenta que la mañana del 17 de enero de 1945 aparecieron tropas de las SS en el hospital para recoger todos los instrumentos de algún valor para cargarlos en camiones. A medianoche llegaron más SS. Y les ordenaron que reunieran y llevaran las fichas de los enfermos y las gráficas de temperatura al buró político y en menos de una hora lograron llevar todos esos papeles para que después un guardián de las SS. Llegará y prendiera fuego de inmediatamente. Más tarde en el campo la lageralteste les convoco que de inmediatamente tenían que evacuar y tenían que agarrar todas sus cosas necesarias, según era porque iban a partir al interior de Alemania, pero lo más seguro era que podían cambiar de decisión. La compañeras de Olga y ella no sabían que hacer en ese momento ya que si se quedaban en el campo escondidas en un rincón y esperar a que todos se fueran, podían conseguir su liberación, o ir con los demás en el viaje y tratarse de escapar en el camino, aunque las dos propuestas tenían un enorme riesgo, pero también sabían que el ir con todo los demás en el viaje, las llevaría a la muerte. Después llegaron a las alambradas y todos gritaban con dolor ya que pensaban que nunca más se volverían a ver, los que estaban detrás de ellas eran los maridos, los novios, los amigos, etc. Durante una mañana los alemanes reunieron a todas las deportadas en columnas de cinco en fondo en la Lagerstrasse a pesar del frio que asía, después de eso las mandaron a sus barracas y más tarde llego el nuevo comandante del campo e hicieron una selección inmediatamente.
En este capítulo llamado “La libertad” que es el número 26, trata sobre que los guardianes de las SS. Rodeando a las deportadas se conducían por la carretera de Auschwitz, en ese momento hacia demasiado frio pero a los alemanes no les importaba eso. A lo lejos sonaban algunos tiros y para Olga fue tan emocionante ya que los rusos estaban indudablemente desencadenando un asalto a fondo. Olga y sus compañeras se fueron alegrando cada vez más por lo sucedido, pero los alemanes al darse cuenta de los actos, presionaron más a las deportadas y estaban muy alarmados. Eran seis mil mujeres las cuales estaban caminando por la carretera rural que estaba cubierta de nieve y a cada pocos metros veían cadáveres que tenían la cabeza aplastada, ellas de inmediato pensaron en los hombres de ls SS. Ya que ellos eran muy crueles y estaban acostumbrados a matar alguna persona sin razón alguna. Luego una compañera de Olga que era la doctora Rozsa ya estaba muy cansada y ya no podía más, pero Olga le decía que tenían que seguir adelante pero como la doctora no podía le dijo que la abandonara y Olga lo hizo ya que atrás había cinco guardianes de las SS. Al otro día Olga y sus compañeras se levantaron muy temprano para ser las primeras en la fila de las columnas. Después todas al ver una patrulla alemana que se dirigía a la iglesia, aprovecharon para escapar pero les duro muy poco su gusto ya que las habían atrapado de nuevo. Todos afirmaban con máxima seguridad que los rusos todavía iban a tardar tres días pero no fue así, las tropas de choques rusas se abrieron camino y tomaron al pueblo y para Olga eso fue su mayor alegría ya que les habían obsequiado el mejor regalo que fue la libertad.
En este capítulo que es el número 27 y que es el último llamado “Todavía tengo fe” trata que Olga después de todo lo sucedió y todas las tragedias que paso, no fue fácil tratar de olvidar todo eso, ella tenía muchas esperanzas en que Dios haya acogido en sus seno sus desventuradas almas de todas esas personas que fueron asesinadas con crueldad y maldad por los alemanes. Ella quería que su libro el cual había relatado durante toda la deportación, fuera leídos no solamente por ella si no por todo el mundo ya que quería que se enteraran de lo sucedió para que eso no volviera a pasar. Y a pesar de todos sus escritos quedaban algunas dudad el cual ella no lo podía creer. El 31 de diciembre de 1944 el alto mando de las SS. Pidió al campo de Birkenau que le mandara un informe general sobre los niños internos, pero a pesar de las selecciones originales quedaron muchos de esos niños separados de sus familias y los alemanes lo resolvieron desapareciéndolos rápidamente. Y lo que hacían era pedirles a las internas que “bañaran” a los niños el cual, los bañaban con agua helada y sin jabón ni toallas y pues la mayoría de los niños no resistía a esa prueba y morían. Hasta el último Olga cuenta que no puede ser posible lo que paso, ya que perdió a su marido, a sus hijos, a sus padres y a sus amigos y que para que eso no volviera a suceder ya nunca más tenían que gobernar personas como Hitler y que tanto las naciones que se negaron a creer como los alemanes eran unos pecadores criminalmente.

Conclusión: Elegí principalmente estos últimos cuatro capítulos porque fueron los que más me interesaron, pero además me impactaron al leer tantas cosas que sucedieron con la llegada de Hitler y los alemanes.  En el capítulo 24 cuenta Olga sobre cómo es que arriesga su vida para encontrar a su marido y en el 27 que es el último capítulo, se da cuenta que a pesar de haber perdido a toda su familia, quería que algún día viera lo que ella había escrito ya que ocurrieron muchas desgracias y ella no quería ver algo similar jamás.
Me gustó mucho este libro porque a pesar de que te informa sobre lo sucedido, también nos hace reflexionar sobre varios aspectos.

lunes, 3 de junio de 2013

Ensayo de Los Hornos de Hitler.


Los Hornos de Hitler.

Escuela: EPOEM 258
Alumno: Castro Martínez Abdiel.
Grado: 206
Asignatura: Comprención lectora.

Introducción:
En estos capítulos explico de qué se tratan cada uno y como es su trama de lo que cuenta Olga que es la protagonista principal en el libro llamado ¨Los Hornos de Hitler¨
 Estos cuatro capítulos que son el numero 8 ¨Soy condenada a muerte¨ el numero 9 ¨La enfermería¨ el numero 10 ¨Un nuevo motivo para vivir¨ y el numero 11 ¨Canadᨠfueron los que más me interesaron de todo el libro, principalmente por sus relatos y sucesos importantes que se mencionan, aparte fueron los que más me gustaron ya que se me hicieron muy interesantes y entretenidos.

En este capítulo que es el numero 8 llamado "Soy condenada a muerte" habla sobre que Olga ya se encuentra muy enferma ya que los últimos días se había mantenido sin comer, ella estaba muy delgada y también le había afectado el clima porque algunas veces las sacaban a la formación en el frio, calor y cuando llovía. Olga al igual que sus compañeras se encontraba muy mal de salud y cuando las sacaron a la formación se trataban de cubrir con una manta pequeña sin que las vieran. Después de un rato, Olga fue elegida en la selección, ella sabía que eso era demasiado malo porque cuando las seleccionaban las llevaban a las cámaras de gas y por eso se empezó a preocupar mucho e incluso le comento a una de sus compañeras que también fue seleccionada, que si intentaban escapar pero ella por miedo le dijo que no porque si lo intentaban, inmediatamente serian asesinadas. Luego cuando ya casi las subían al camión para llevárselas, Olga se armó de mucho valor y se echó a correr a la cocina cuidando que no la vieran, y así es como pudo llegar a salvo a la cocina y rápidamente se vistió como las cocineras. Después cuando ella se fue de la cocina se encontró con su compañera que le había dicho que escaparan ya que ella al ver a Olga también corrió pero cada quien se fue para distintos lados. Más tarde Olga se fue a su barraca y la empezaron a observar las demás y le dijeron que ella que hacia allí, si la habían seleccionado, y Olga lo único que hizo fue negarlo todo. Al lograr eso ella estaba muy tranquila ya que se había salvado de la muerte.
En este capítulo que es el numero 9 llamado "La enfermería" trata sobre que Olga la ponen como enfermera con todas las demás mujeres que se encontraban allí, elegían solo a las mujeres que se les conocía por su profesión de doctoras, al principio los alemanes no querían aceptar esa propuesta de que hubiera enfermeras pero al final terminaron aceptando. De inmediato Olga y sus compañeras empezaron a atender a todas las mujeres enferma que habían en las barracas y eso lo hacían en la pequeña enfermería que hicieron y la farmacia, después ya fue cuando construyeron un hospital donde se presentaban miles de mujeres con enfermedades grabes. Olga y sus compañeras no se daban abasto ya que nada más eran 5 enfermeras con ella y los alemanes no querían poner más, y por lo tanto las consultas empezaban a las 5:00 am y terminaban a las 3:00 pm o luego cuando tenían que operar trabajaban toda la noche. Lo que a Olga le preocupaba mucho era que podía infectar a las enfermas ya que el hospital era tan miserable que no tenía muchas herramientas para atender a las enfermas y las pocas que habían estaban en muy malas condiciones, también el hospital como el piso era de madera, la sangre no se podía quitar fácilmente ósea que estaba muy sucio. Olga y las demás enfermeras tuvieron habitaciones mejores a las que tenían antes ya que estas eran de madera pero un poco más grandes, solo les molestaba cuando hacía mucho viento porque la madera rechinaba. Como había muchas enfermas, a ellas eran las primeras que las mandaban a las cámaras de gas y Olga trataba de decirles eso pero las demás no le creían y una de ella le pregunto a un alemán que si eso era cierto pero él le negó todo. Después construyeron otro hospital pero engañaban a la mayoría de las mujeres que estaban muy grabes y las subían en camionetas para llevárselas a las cámaras de gas.
En este capítulo que es el numero 10 llamado "Un nuevo motivo para vivir" Olga ya está muy desanimada, es decir, ya no tenía ganas de vivir por todo lo que estaba pasando, pero cuando su depresión ya era demasiada llega un hombre francés a la enfermería donde estaba ella, claro que allí no podían entrar hombres, solo mujeres pero como él estaba trabajando noches ya su enfermería de los hombres estaba cerrada y no tuvo más remedio que ir allá. Desde el primer momento a Olga le cayó muy bien ese hombre el cual lo describe como “L.” en el libro. Este L. le llevaba muchas noticias a Olga sobre lo que ocurría fuera de las barracas e incluso pudo levantarle el ánimo y hacerle ver que la vida es lo máximo que puede tener uno. También le dijo que todo lo que estaba pasando no se podía quedar así, y le dio una buena idea la cual fue, escribir todo lo que pasaba para que cuando terminara la guerra pudieran ver lo malo que hacían los alemanes. Después Olga empezó a observar que los alemanes ya no tenían preferencias ya que mandaban a todo tipo de persona (judíos, gitanos, etc.) a la cámara de gas. Lo que más me sorprende es que los alemanes tenían cuatro hornos de Birkenau y allí quemaban los cadáveres y al dia se cremaban aproximadamente veinticuatro mil cadáveres y los alemanes le llamarón, “Meta de producción”-Nazi. Después como Olga ya llevaba tanto tiempo en el campo de concentración se daba cuenta de cuantas personas llagaban a Auschwitz-Birkenau y empieza a decir algunas fechas en las que llegaban los trenes llenos de judíos para volverlos prisioneros. Ellos los ponían a trabajar para quemar los cadáveres pero como eran demasiados, su jornada de trabajo era muy larga, así que  algunas veces echaban a los cadáveres en las fosas de la muerte. Cada mes que pasaba, los trenes llegaban más llenos de personas y así fueron aumentando mes con mes.  
Este capítulo que es el numero 11 llamado "Canadá" habla sobre que había un edificio el  cual se le llamaba “Canadá”, era un espacio donde tenían todas las cosas de los deportados, tenían ropa, cosas de valor, herramientas, etc. Pero todos eso objetos los vendían en el mercado negro en el cual solo podían comprar los que trabajaban en el Canadá o algunos deportados que trabajaban en la cocina ya que ellos no estaban tan mal como los otros. También los que podían ir al mercado negro, eran los checos, que también eran deportados y estaban a un lado donde se encontraba Olga pero los separaba un alambrado de púas, a ellos les intercambiaban alguna prenda u otras cosas por comida, ya que los checos estaban privilegiados por ese lado, que tenían ropa o algunas cosas de valor pero no tenían nada de comida y algunas veces los del campo de concentración donde estaba Olga les aventaban comida a los checos por el alambrado y ellos  les aventaban ropa. Después a los checos se les había terminado su gozo, porque los alemanes los iban a mandar a los crematorios, y lo que más me gusto fue que un checo estaba enamorado de una mujer joven que estaba en el campo y le dijo que él tenía un diamante y que antes de que se lo llevaran iba a dar ese diamante a los alemanes para que pudiera pasar con ella un ratos antes de que fuera asesinado.

Conclusión:
Estos cuatro capítulos me gustaron mucho ya que en ellos se empieza a desarrollar más la trama de todo el libro ya que son los más impactantes e interesantes, porque en el capítulo 8 Olga es seleccionada para los crematorios y ahí es cuando más impacto tiene la historia porque no se sabe si será mandada a los crematorios o no. En el capítulo 9 ponen a Olga en la enfermería con sus demás compañeras y se empieza a dar cuenta de muchas cosas. En el capítulo 10 es cuando le dan falsas esperanzas a Olga sobre sus hijos y su vivencia. Y en el capítulo 11 Olga descubre un lugar el cual es llamado ¨Canadá¨.




ENSAYO.
“EPOEM 258”

Nombre: López García Gabriela Jacqueline.

Grupo: 206°

Profesora: Liliana

Materia: Comprensión Lectora & Redacción
LOS HORNOS DE HITLER.

Introducción.

Estos capítulos se me hicieron los mejores del libro “Los hornos de Hitler” ya que fue donde más me sorprendí y me impacte más con el título de los capítulos. Me agradaron mucho estos capítulos por ello fue que los elegí, me intereso la trama y el cómo los desarrollo la señora Olga; creo que los nombres de estos mismos son los que le dan un poco más de personalidad.
 

Cap. VIII “Soy Condenada a Muerte”; Cap. IX “La enfermería” & Cap. X “Un Nuevo Motivo Para Vivir”

La señora Olga y sus demás compañeras estaban cansadas desahuciadas, dice ella que a punto de volverse locas, los días se les hacían interminables, no podían hacer nada ya que era obligatorio.
La señora Olga había atrapado un resfriado tenia tos y calenturas, en ocasiones escalofríos. Una “vecina” le había prestado un pedazo de tela con la cual se cubría, pero tenía que esconderse si no la aborrecible de la “Fúhrerin”, Hasse, porque ellas notarían que habían agregado prendas a su vestimenta; así que por eso las pusieron en un lugar donde fuera fácil de quitarlas. Para la mala suerte de la señora Olga y su amiga, Hasse se dio cuenta de inmediato de los cambios que habían hecho en sus vestimentas (eso era una infracción grave para ellas), así que Hasse las golpeo cuanto pudo y todavía las designo para la selección, donde se les condenaba a muerte (y solo por agregar unos cuantos trapos a su vestimenta).
Olga creía que la “selección “ era para mandarlas a la cámara de gas, sin duda alguna, cuando ya estaban en la selección la señora Olga, dice que a unos metros estaba la llamada “panadería” y que desde ahí llegaba el olor dulzón. (la panadería era donde quemaban a las personas muertas); su amiga Magda era uno de tantos optimistas que creía que la selección no era para mandarlos a la cámara de gas, en lo que estaban formadas para la selección las stubendiensts y los internados Alemanes hicieron un circulo en torno a ellas tomándose de las manos, para que así no fuesen a huir, en eso Olga se acercó a Magda para decirle que huyeran, pero Magda no quiso, Olga trato de convencerla pero ella se resistía y fríamente replico que ¡no!. Olga a penas lo pensó y las demás seleccionadas comenzaron a gritar -¡Stubendiensts! ¡Alguien va a escapar!; ella tuvo que quedarse en las filas sin hacer nada, pero aun así trataba de alejarse de las filas de sus compañeros, de repente encontró un palo de Auschwitz (símbolo de poder y autoridad) Olga lo tomo y se mesclo con un grupo de Stubendiensts de otra barraca, de ahí se fue rápidamente a la cocina, Magda cambio de parecer y la siguió (a Olga) rápidamente ambas comenzaron a ayudar en la cocina, así hasta llegar a su barraca, Magda quien había seguido a Olga, había desaparecido en un bloque. Olga sin dificultad alguna se cambió de ropa con una de sus compañeras. Ahí había prisioneras, las cuales se sorprendieron al verle (ya que la habían elegido para la selección), pero Olga fue explicándoles que tal vez la confundían con alguna otra compañera, las demás se quedaron tranquilas; al siguiente día Stubendiensts la despertó (era una mujer que Blocova tenía como criada personal), la mujer le dijo que Irka quería de inmediato las botas que usaba o si no le denunciaría a Hasse, Olga le dijo que estaba enferma y que no podría descubrirse los pies, la mujer le dijo que le mandaría otros zapatos, Olga enseguida acepto, al día siguiente recibió dos zapatos diferentes y ambos eran izquierdos, pero fue un buen trato, ya que negocio por su vida.

Olga nos cuenta como las semanas siguieron pasando y había quien les atendiese a las enfermas, hasta que un día no muy esperándola noticia de que harían una enfermería, y elegirían a enfermeras; no dice ¿cómo? ni ¿dónde? Pero ocurrió, a la señora Olga la eligieron como enfermera, a ella y a otras cuatro mujeres más, en total cinco mujeres. Pocos días después de que la señora Olga ya era toda una “enfermera” le suplico al doctor Klein que le dejara hacer algo para poder aliviar los padecimientos de sus compañeras, pero el doctor Klein simplemente se alejó y respondió fríamente que no. En la barraca numero 15 era donde se destinaria la nueva enfermería, aunque antes esa barraca era la que estaba en peor estado.

Después de unas semanas se instaló el nuevo “hospital” a un extremo de la barraca 15. El mobiliario de la enfermería y el hospital eran vagamente los necesarios. La señora Olga y sus compañeras trataban de ser lo más limpias posible para que así las infecciones no corrieran, las mujeres estaban muy graves eran trasladados al hospital (donde se creía que llegaba una ambulancia de la cruz roja falsa para llevarlas a la cámara de gas o inyectarles una sustancia rara en el corazón, la cual les causaba la muerte inmediata) Nos cuenta como sus pobres compañeras se quedaban en filas esperando a que se les atendiera, y a pesar de que empezaban a las cinco de la mañana y terminaban a las tres de la tarde (aunque había veces en que terminaban a las ocho de la noche) no les alcanzaba el tiempo para atender a las mujeres. A las enfermeras se les permitió dormir los primeros días en la enfermería, después le dieron su propio “departamento” (que tiempo atrás había sido el viejo urinario de la barranca numero 12), Olga y sus compañeras, aun así seguían felices porque sería para ellas, tenían dos cobijas para cada una, una se la ponían en el piso y con la otra se cubrían. Ella dice que al vivir ahí era como un sueño, después de haber vivido tanto tiempo en las koias, era mucho mejor vivir ahí.
La señora Olga nos cuenta que a veces atendían a uno que otro hombre en la enfermería que tenían en su barraca, porque cuando ellos llegaban a veces encontraban su enfermería cerrada, ni modo de no atenderles y aunque esto estaba estrictamente prohibido por los alemanes ellas aun así lo hacían (eso sí, seguían siendo seres humanos y ellas no eran como sus jefes). Entre uno de los que llegaron para atenderles llego un francés (su nombre no se indica, pero la señora Olga lo menciona con la letra “L”). El señor L era una persona encantadora, este seños les daba información mientras le curaban sus lesiones (era como su noticiero) ya que era la única fuente de información, les contaba sobre la guerra y todas esas cosas, pero ellas como no sabían mucho de eso… (Yo siento que a veces no le entendían bien).

Olga se sentía muy mal porque recordó a su familia, ella no tenía ninguna información sobre ellos y eso le preocupaba. El señor L le dio muchos ánimos, le dijo que aunque no tuviera ninguna razón para estar ahí tenía que hacerlo porque había pasado por mucho.

. . .

La señora Olga nos da una narración de como maltrataban a los condenados a muerte y a los que ya estaban muertos, dice que los amontonaban todos como si fuesen costales de papas; (eso se me hace injusto, a pesar de que ya habían pasado por mucho todavía se daban el lujo de arrojarlos como fuese) Los muertos en ese tiempo fueron más de 1, 300,000 en tan poco tiempo.

Conclusión.
De estos capítulos aprendí mucho, sobre todo a valorar la vida que tengo y que he vivido durante todo este tiempo, ya que los seleccionados ahí no tenían ninguna esperanza de vida, y las cosas por las cuales tenían que pasar eran horrorosas, en lo personal creo que esto era una injusticia para todos en general ya que su propósito de los Alemanes era muy absurdo.
De ese libro pudimos sacar varios trabajos, como lo es este mismo, una obra de teatro y unas oraciones que nos sirvieron para lógica. El libro de “Los Hornos de Hitler” es interesante, solo es cuestión de tomarle la debida importancia.